Los mas pequeños cuando comienza su etapa en la guardería o Educación infantil (hasta los 4 años), expresan de diferentes maneras su rechazo: pataletas, lloros... o mediante posturas de aislamiento, así los más retraídos se suelen quedar en un rincón o permanecen sentados sin decir ni hacer nada. Con el paso de lo días o las semanas es que las posibles pataletas y el deseo de estar con sus padres deje paso a un mayor interés por el colegio, compañeros y por la educadora.
Algunos psicólogos y pedagogos recomiendan a sus padres y madres a no alarmarse ante lloros y persuasibles pataletas, sobretodo de los mas pequeños.
Los niños no son los únicos que lo pasan mal el primer día de colegio; para los padres y madres la situación no suele ser fácil. Los niños intuyen rápidamente la actitud que toman sus cuidadores. “Algunas madres o padres dejan a su hijo en la puerta de la clase con una profunda pena que el niño percibe; incluso pueden irse con lágrimas en los ojos. Es una experiencia de separación y es lógico que existan sentimientos de pena, pero ante todo los padres tienen que intentar mostrar todo el aplomo y seguridad posibles”.
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